La antropología (del griego ἄνθρωπος ánthrōpos, «hombre (humano)», y λόγος, logos, «conocimiento») es la ciencia que estudia al ser humano de una forma integral, de sus características físicas como animales y de su cultura, que es el rasgo único no biológico.1 Para abarcar la materia de su estudio, la antropología recurre a herramientas y conocimientos producidos por las ciencias sociales y las ciencias naturales. La aspiración de la disciplina antropológica es producir conocimiento sobre el ser humano en diversas esferas, intentando abarcar tanto las estructuras sociales de la actualidad, la evolución biológica de nuestra especie, el desarrollo y los modos de vida de pueblos que han desaparecido y la diversidad de expresiones culturales y lingüísticas que caracterizan a la humanidad.
Las facetas diversas del ser humano implicaron una especialización de los campos de la Antropología. Cada uno de los campos de estudio del ser humano implicó el desarrollo de disciplinas que actualmente son consideradas como ciencias independientes, aunque mantienen constante diálogo entre ellas. Se trata de la Antropología física, la Arqueología, la Lingüística y la Antropología social. Con mucha frecuencia, el término Antropología solo se aplica a esta última, que a su vez se ha diversificado en numerosas ramas, dependiendo de la orientación teórica, la materia de su estudio o bien, como resultado de la interacción entre la Antropología social y otras disciplinas.
La antropología se constituyó como disciplina independiente durante la segunda mitad del siglo XIX. Uno de los factores que favoreció su aparición fue la difusión de la teoría de la evolución, que en el campo de los estudios sobre la sociedad dio origen al evolucionismo social, entre cuyos principales autores se encuentra Herbert Spencer. Los primeros antropólogos pensaban que así como las especies evolucionaban de organismos sencillos a otros más complejos, las sociedades y las culturas de los humanos debían seguir el mismo proceso de evolución hasta producir estructuras complejas como su propia sociedad. Varios de los antropólogos pioneros eran abogados de profesión, de modo que las cuestiones jurídicas aparecieron frecuentemente como tema central de sus obras. A esta época corresponde el descubrimiento de los sistemas de parentesco por parte de Lewis Henry Morgan.
Desde el final del siglo XIX el enfoque adoptado por los primeros antropólogos fue puesto en tela de juicio por las siguientes generaciones. Después de la crítica de Franz Boas a la antropología evolucionista del siglo XIX, la mayor parte de las teorías producidas por los antropólogos de la primera generación se considera obsoleta. A partir de entonces, la Antropología vio la aparición de varias corrientes durante el siglo XIX y el XX, entre ellas la escuela culturalista de Estados Unidos, el Estructural-funcionalismo, el Estructuralismo antropológico, la Antropología marxista, el Procesualismo, el Indigenismo, etc.
La antropología es, sobre todo, una ciencia integradora que estudia al ser humano en el marco de la sociedad y cultura a las que pertenece, y, al mismo tiempo, como producto de estas. Se le puede definir como la ciencia que se ocupa de estudiar el origen y desarrollo de toda la gama de la variabilidad humana y los modos de comportamientossociales a través del tiempo y el espacio; es decir, del proceso biosocial de la existencia de la especie humana.
La ciencia que se encarga de estudiar la realidad del ser humano a través de un enfoque holístico (en el que el todo determina el comportamiento de las partes) recibe el nombre de antropología. El término tiene origen en el idioma griego y proviene de anthropos (“hombre” o “humano”) y logos(“conocimiento”).

Esta ciencia analiza al hombre en el contexto cultural y social del que forma parte. Así analiza el origen del ser humano, su desarrollo como especie social y los cambios en sus conductas según pasa el tiempo.
Se dice que Georges-Louis Leclerc, en 1749, fue el primer estudioso en postular a la antropología como una disciplina independiente. Su desarrollo se asentó sobre dos posturas: el estudio de las diversas características físicas del ser humano y la comparación descriptiva de los distintos pueblos.
No obstante, otros muchos son los antropólogos que a lo largo de la historia han dejado su huella imborrable en esta disciplina que ahora nos ocupa. Este sería el caso, por ejemplo, de Herbert Spencer. Él fue una figura muy respetable dentro del ámbito científico que expuso sus teorías apoyándose en conceptos tales como las leyes naturales, la adaptación del ser al entorno o la transmisión de determinados factores de generación en generación.
Asimismo tampoco puede pasarse por alto la figura de Lewis Henry Morgan que está considerado como uno de los auténticos padres de la Antropología Moderna. En su caso, destacó porque expuso avances y teorías en materia de las relaciones de parentesco que para él eran fundamentales para conseguir que un grupo estrechara lazos y que los individuos que lo conformaban se sintieran parte vital de aquel.
A estos dos personajes de gran calado histórico, antropológico y filosófico habría que añadir, entre otros muchos más, el nombre de Marvin Harris. Este, de origen norteamericano, es conocido mundialmente por ser la pieza clave del materialismo cultural. Una teoría o corriente esta que se basa fundamentalmente en cuestiones de tipo material para determinar las diferencias o las similitudes de tipo sociocultural que existen entre diversos grupos.
W.H.R. Rivers, Edith Turner, Clifford Geertz, Sherry Ortner o Ulf Hannerz son otros de los muchos antropólogos que durante la historia han jugado un papel fundamental en el estudio del ser humano, de sus características individuales y de sus relaciones sociales.
A finales de la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de los países más poderosos del mundo ya habían conseguido desarrollar una antropología de nivel profesional que les permitía reforzar la identidad como nación.
En el día de hoy, la antropología puede dividirse en cuatro subdisciplinas principales: la antropología social (también conocida como antropología cultural o etnología), que estudia las características culturales, las conductas y la estructuración de los vínculos sociales), la antropología biológica (o antropología física), que analiza los cambios del cuerpo del ser humano con el correr de la historia; la antropología lingüística (o lingüística antropológica), que se especializa en el estudio de los lenguajes del hombre); y la arqueología, dedicada a rastrear e interpretar las formas de vida de aquellas comunidades ya extintas.

La Antropología es una ciencia social cuyo principal objeto de estudio es el individuo como un todo, es decir, la antropología aborda la temática del ser humano a través de los diversos enfoques que ofrecen disciplinas tales como las ciencias naturales, sociales y humanas.
La antropología, entonces, es aquella ciencia que nos permite conocer al hombre en el marco de la sociedad y la cultura a la cual pertenece y también verlo como producto de estas, algo así como una radiografía aguda, extensa y detallada acerca del proceso bio social que comprende la existencia de la raza humana.
Si bien desde hace muchísimo, los hombres de todos los tiempos históricos se han preguntado acerca del hombre, quien es, de donde vino, de donde sacó sus estilos de vida, entre otras cuestiones, la antropología como disciplina surgió recién a mediados del siglo XVIII a instancias de la obra bautizada como Histoire Naturelle perteneciente a Georges-Louis Leclerc, Comte de Buffon, escritor, naturalista, matemático y botánico, entre otras profesiones.
En un comienzo, el objeto de estudio de la antropología, muchos creían, se reducía únicamente a conocer y enfocarse en la cultura o civilización, entendiendo por esta, el arte las costumbres, la moral, el derecho y las creencias, adquiridas y adoptadas por el hombre una vez convertido en miembro de esa sociedad, sin embargo, esto va mucho más allá, ya que la antropología además se centra en estudiar las respuestas que el hombre da a ese medio al cual pertenece, siendo la cultura el elemento diferenciador de cualquier ser humano.
El valor que ostenta la antropología es que ha logrado unir y reunir mucha información que ha aplicado muy ciertamente en su objeto de estudio que es el hombre.
Por otro lado, otro rasgo saliente de la antropología es que de la primera ciencia que introdujo lo que se llama un trabajo de campo que quedó probado con el relato de los viajeros de los misioneros, por ejemplo.
A la antropología se la puede dividir en cuatro ramas o subdisciplinas. La antropología física o biológica que es aquella que se ocupa de estudiar y analizar la diversidad que ha atravesado el cuerpo del hombre en el pasado y el presente, es decir, la evolución que correspondió a la anatomía. La Antropología Social es la sub rama que se centra en el estudio del comportamiento humano, la cultura, la estructura de las relaciones sociales. Por su lado, la otra de las ramas, la arqueología, se encarga de estudiar a raza humana que pobló la tierra en el pasado, es decir, es aquella que nos permite saber que hacía, que comían, a que se dedicaban aquellos pueblos primitivos ya extintos. Y finalmente la antropología lingüística, es la parte de la antropología que se ocupará del estudio de los lenguajes humanos, más que nada del desarrollo que fueron alcanzando a través del tiempo y de las influencias que ha tenido en ellos cuestiones como la migración y la apabullante difusión de la información que ha ocurrido en nuestro planeta.
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Antropología. (del griego άνθρωπος anthropos, 'hombre (humano)', y λογος, logos, 'conocimiento'). Ciencia que estudia las respuestas del ser humano ante el medio, las relaciones interpersonales y el marco sociocultural en que se desenvuelven, cuyo objeto va a ser el estudio del hombre en sus múltiples relaciones; además estudia la cultura como elemento diferenciador de los demás seres humanos. Estudia al hombreen su totalidad, incluyendo los aspectos biológicos y socioculturales como parte integral de cualquier grupo o sociedad
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Objeto de estudio
Su objeto va a ser el estudio del hombre en sus múltiples relaciones; además estudia la cultura como elemento diferenciador de los demás seres humanos. Estudia al hombre en su totalidad, incluyendo los aspectos biológicos y socioculturales como parte integral de cualquier grupo o sociedad.
Ramas
Lingüística, Arqueología, Antropología biológica, Antropología social, referida esta última como Antropología cultural.
Antropología lingüística: Estudia los lenguajes humanos. Dado que el lenguaje es una amplia parte constitutiva de la cultura, los antropólogos la consideran como una disciplina separada. Los lingüistas se interesan en el desarrollo de las lenguas. Así mismo, se ocupan en las diferencias de los lenguajes vivos, cómo se vinculan o difieren, y en ciertos procesos que explican las migraciones y la difusión de la información.
Arqueología: Estudia a la humanidad pretérita. Permite conocer la vida en el pasado de pueblos extintos. Los arqueólogos dependen de los restos materiales de pueblos antiguos para inferir sus estilos de vida. Esto se realiza mediante el análisis estratigráfico de los objetos obtenidos en las excavaciones.
Antropología biológica: (también conocida como antropobiología). Esta rama analiza la diversidad del cuerpo humano en el pasado y el presente. Incluye, por tanto, la evolución de la anatomía humana, así como las diferencias y relaciones entre los pueblos actuales y sus adaptaciones al ambiente. En ocasiones, abarca la evolución de los primates. En el pasado era llamada antropología física, aunque con una ligera disparidad de conceptos.
Antropología social: Antropología cultural o Etnología (también conocida como antropología sociocultural). Estudia el comportamiento humano, la cultura, las estructuras de las relaciones sociales. En la actualidad la antropología social se ha volcado al estudio de Occidente y su cultura. Aunque para los antropólogos de los países centrales Gran Bretaña, Francia, éste es un enfoque nuevo, hay que señalar que esta práctica es común en la antropología de muchos países latinoamericanos (como ejemplo, la obra de Darcy Ribeiro sobre el Brasil, la de Bonfil y Gonzalo Aguirre Beltrán sobre México.
Dependiendo de si surge de la tradición anglosajona se conoce como antropología cultural y, si parte de la escuela francesa, entonces se le denomina etnología. Quizá se haya distinguido de la antropología social en tanto que su estudio es esencialmente dirigido al análisis de la otra edad en tanto que el trabajo de la antropología social resulta generalmente más inmediato.
Uno de sus principales exponentes es Claude Levi-Strauss, quien propone un análisis del comportamiento del hombre basado en un enfoque estructural en el que las reglas de comportamiento de todos los sujetos de una determinada cultura son existentes en todos los sujetos a partir de una estructura invisible que ordena a la sociedad.
La pregunta antropológica
Es ante todo una pregunta por el otro. Y en términos estrictos, está presente en todo individuo y en todo grupo humano, en la medida en que ninguna de las dos entidades puede existir como aislada, sino en relación con Otro. Ese otro es el referente para la construcción de la identidad, puesto que ésta se construye por «oposición a» y no «a favor de».
La preocupación por aquello que genera las variaciones de sociedad en sociedad es el interés fundador de la antropología moderna. Fue de esa manera que, para Krotz, el asombro es el pilar del interés por lo «otro» (alter), y son las «alteridades» las que marcan tal contraste binario entre los hombres.
A pesar de que todos los pueblos comparten esta inquietud, es en Occidente donde, por condiciones históricas y sociales particulares, adquiere una importancia superior. Es innegable que ya Hesíodo, Heródoto, y otros clásicos indagaban en estas diferencias.
Sin embargo, cuando Europa se halló frente a pueblos desconocidos y que resultaban tan extraordinarios, interpretó estas exóticas formas de vida ora fascinada, ora sobrecogida. La antropología no juzga, sólo muestra y profundiza en el ser de los hechos culturales. Y la religión, sea cual sea, es un fenómeno cultural con mayúscula en todas las épocas y en todas las latitudes, al margen de que formemos parte de ella.
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